La VeraCruz es el trono de Cristo y el Árbol de la salvación, y por eso los cristianos la tomamos como símbolo de nuestra fe.
Aunque desde mucho antes del nacimiento de Cristo, la cruz ha sido usada por multitud de culturas como símbolo sagrado, es a partir de la crucifixión de Nuestro Salvador cuando una sencilla cruz, representando un instrumento de martirio, toma una relevancia especial; siendo al principio desechada por los primeros cristianos , acaba siendo la representación de la victoria de Cristo sobre la muerte y el pecado una vez que el hombre entendió que el Sagrado Madero era fuente de vida y no de muerte.
A través de los siglos, la Vera Cruz, ha atravesado mil y un avatares hasta nuestros días. Fue escondida por los enemigos de Cristo conscientes de su importancia y valor y siglos después hallada por la Emperatriz cristina, santa Elena, madre de Constantino el Grande. Fue este emperador quien tras tener una milagrosa revelación de una Cruz en el cielo que decía “IN HOC SIGNO VINCES” o lo que es lo mismo “CON ESTE SIGNO VENCERÁS” mandó construir una Cruz que hiciera de guía a sus tropas, y de igual manera, colocó en sus pendones el Crismón que representa a Cristo, sustituyendo así al emblemático águila imperial de Roma, queriendo dejar claro que, reconocía oficialmente la nueva religión del imperio. Tras esto envió a su madre a Jerusalén a buscar la Cruz en la que murió Cristo; la Verdadera Cruz.
Desde entonces hasta nuestros días, el Santo Leño, ha sido objeto de devoción en todo el orbe llegando a ser la reliquia más venerada e importante de las que se conocen, hasta el punto que es a día de hoy el símbolo con el que nos reconocemos. Es normal que encontremos una Cruz en todos los Templos y lugares de oración, y que nos signemos con Ella siempre que nos dirigimos a Nuestro Señor. Es normal, por tanto, que sea la insignia más importante de las cofradías. La podemos ver abriendo cualquier cortejo procesional, bien sea la Cruz con manguilla de antaño, o las más recientes, de mayor tamaño y presencia, conocidas como cruces de guía. Todas ellas representan a la Santa Vera Cruz, todas ellas representan a Cristo.
La hermandad de la Santa Vera Cruz de La Algaba, como no podía ser de otra manera, atesora en su patrimonio varias cruces. La más sencilla es la Cruz de la pende nuestro Sagrado Titular, el Santísimo Cristo de la Vera Cruz. Hablamos de un leño arbóreo, tosco a priori, pero que deja vislumbrar el valor que guarda permitiendo entrever el oro que resplandece en algunos de sus nudos y el verdor que la caracteriza. No olvidemos lo que dice la escritura…”si esto se hace con el Santo Leño verde, ¿con el seco que no se hará? (lucas 23, 28-31).
La actual Cruz de guía que procesiona el Jueves Santo es obra de las manos artesanales de N.H.D. Antonio Carbonell Bencano, “El Carpintero”, maestros en el arte de trabajar la madera. Cuando la hermandad adquirió el actual paso barroco del Señor, por motivos de espacio tuvo que desprenderse del antiguo paso gótico; pero alguien tuvo la brillante idea de que se quedase algo de esa joya para siempre en la hermandad. De esta forma se hizo la Cruz de guía con los remates de la crestería que poseía el paso y se talló en el centro la Cruz, el primer escudo conocido de la hermandad, la Cruz de la orden de San Juan. Esta Cruz de guía es de color verde, con la Cruz del escudo y los remates en dorado.
Tenemos también la Cruz de guía de plata, que procesionó durante años y que velamos ahora en el momento litúrgico
que corresponde. Es una Cruz de plata de ley, cincelada y adornada con los atributos de la pasión realizada por el orfebre algabeño, Antonio Berzunze.
La Cruz que procesiona en Mayo, es la que precedió a la que hicieron nuestros hermanos carpinteros. Se trata de una preciosa Cruz oscura, de madera de Cedro, con un tallado que recorre el centro del patíbulum y del Stipes. Está rematada por cantoneras de plata y en la trasera tiene grabada la frase “IN HOC SIGNO VINCES”.
Nuestra Cruz de manguilla o Cruz alzada es de plata cincelada. La vemos el Jueves Santo abriendo el cortejo de palio, o abriendo el cortejo en los cultos cuando interviene el cuerpo de acólitos, o como Cruz de guía en el Rosario de la Aurora e incluso en el Vía Crucis en alguna ocasión.
La Cruz como vemos es para los cristianos la Señal que nos identifica con Cristo, y la antorcha que nos indica el camino, la escalera que nos lleva al cielo y la columna que nos sostiene mientras el mundo se derrumba en un caos de despropósitos que nos alejan de Dios. Pero además de todo ello, los cruceros de La Algaba que tenemos el corazón postrado y la mirada fija en el Crucificado, afrontamos la vida con un himno por bandera…
“SU CRUZ NUESTRA ESPERANZA”